Tema: El Amor por el
prójimo
Base Bíblica: Lucas 10:
25 al 37
Introducción:
En el transcurso de nuestras vidas emprendemos los diversos
roles que se nos otorgan y cumplimos con el propósito por el cual estamos en el
mundo, mencionamos a diario que como cristianos vivimos en este mundo pero no
somos del mismo por lo tanto al hablar de dicha parábola debemos concentrarnos
en si en verdad estamos cumpliendo con uno de los mandamientos que Jesús
menciona “El amor por el prójimo” y en la biblia hay un claro ejemplo de ello
en Lucas 10: 25 al 37 la cual se origina por la pregunta que le hizo un
intérprete de la ley que de seguro era conocedor de las escrituras, él más que
aprender, imagino, que quería probar a Jesús, quizá solo para molestarle, pero
Jesús, Maestro por excelencia y su doctrina inigualable hace mención de dicha
parábola.
¿Qué es el amor por el
prójimo?
El origen de la palabra “prójimo” en hebreo es rea que significa el que esta
enfrente, el más “próximo”. El prójimo no es solo mi mejor amigo, mi familia o
mi vecino preferido, a veces el prójimo puede ser MUY diferente a mí, pero aun así Dios nos pide amarlo,
mostrarle Su amor, ayudando en sus necesidades. ¿Es difícil? Un poco, pero no
imposible Dios está con nosotros para ayudarnos.
Transición: En esta parábola se hace mención de tres
hombres los cuales destacaremos a
continuación; imagino que dichos personajes simbolizan a los tipos de seres
humanos que somos.
1.
El primero en pasar era un Sacerdote- Lucas 10:31
Quizá este sacerdote venia de servir en la iglesia, de
hablar de Dios y del gran amor por sus hijos, puede que este sacerdote venia de
la misma dirección de aquel hombre, esta situación era un buen momento para
ayudar y cumplir con la ley. Pero viéndole pasó de largo ni siquiera se
conmovió para ayudar a aquel pobre hombre que había sido golpeado. Es similar a
nuestra vida en Cristo, cuántas veces hemos pasado por oportunidades para
ayudar al prójimo y como hizo este sacerdote, le vemos de lejos, cree que a
Dios le agrada esto, es parte de lo que Dios quiere que amemos a nuestro
prójimo, no solo que hablemos de que si le amamos sino que se lo demostremos
con hechos. No me refiero a que le
resuelva toda la vida sino que le ayude cuando usted sienta en su corazón que
es necesario.
2.
El Segundo en pasar era un Levita- Lucas 10:32
Este tampoco fue conmovido en misericordia
por aquel hombre. Los levitas eran muy conocedores de las escrituras sagradas
hasta ese momento conocido como la Torá o la ley. Por eso el nombre de
levita. Eran los expertos en las sagradas escrituras. En su interpretación. Por
supuesto que eran judíos igual que aquel moribundo. No se sabe que iba subiendo
a Jerusalén o bajando de Jerusalén, porque se dice que: llegando cerca de aquel
lugar. Suele suceder en nuestra vida cotidiana que no es más grande aquel que sabe mucho sino aquel que es humilde y tiene
amor por el prójimo. Imagino que ninguno de estos dos hombres quiso ayudarle
quizá porque pensaron en que llevaría mucho trabajo o quizá pensaron en que si
le ayudaban les llevaría mucho tiempo y esto no les permitiría llegar a donde
se dirigían. Imagínese que corazón tenían estas personas conocedoras de las
escrituras.
3.
Finalmente paso un samaritano. Lucas
Uno que no era de la misma raza del moribundo. Uno que era
despreciado por los judíos y quizás por muchos años por el mismo que había sido
asaltado y golpeado. Quizás el samaritano iba asustado por ese camino porque
sabía que él también tenía dinero o ciertas posesiones, también porque sabía
que andaba entre Jerusalén y Jericó territorio judío y podría ser perseguido o
maltratado, expulsado, solamente porque era samaritano. Sin embargo dice la escritura
que este samaritano fue movido a misericordia; Esa expresión quiere decir que
se sensibilizo al ver la situación de esta persona a punto de morir, no le
importo si era judío, y que por muchos años a él y a su raza la habían despreciado
en muchas ocasiones. Sin embargo este hombre decidió amar antes que
buscar su propia comodidad. El buen samaritano no fue reconocido con medalla de
honor a la valentía, a veces hasta pareciera que nadie se da cuenta de lo que
hacemos, sin embargo Dios lo está viendo y cualquier “esfuerzo” que hagamos por
amor a Él y a los demás, no le pasa inadvertido.
Conclusión:
Convertirse en buen samaritano
implica:
Mirar con amor: ver más allá de mi propia
nariz, mirar al otro con amor.
Acercarse al dolor: no es pasar de largo, es
acercarse a la necesidad.
Invertir tiempo y esfuerzo: no basta
con estar “cerca”, o ser conscientes del problema, precisamos hacer algo que
quizás reste tiempo a nuestros asuntos.
Permanecer: el samaritano fue constante
en su ayuda, no es solo un momento, la gente no solo necesita muestra ayuda
“material” sino nuestra amistad y compañía.
Qué lindo es Jesús que de esta manera enseño a
aquel hombre que era conocedor pero aun así se atrevió a preguntar. Debemos ser
como ese samaritano que sin importar lo que era ayudó al prójimo. Y como dice
al final de la lectura: Ve y haz tú lo mismo.
Bibliografía:
http://www.amigosevangelicos.com/index.php?option=com_frontpage&Itemid=1